CAUCE|UBA, CAUCE|La Plata, el Movimiento Enrique Barros|UNC, Colectivo desde el Pie|FCEyN-UBA,
Espacio de Construcción Asamblearia|UNMdP, El Túnel|UNQ, EPA|FI-UBA, La Cárcava|UNCo, MadreSelva|UNL
y Asamblea de Filosofía|UNMdP frente al conflicto en CONICET
Los reyes están desnudos:
Condiciones de trabajo, producción de conocimiento y política científica
En las últimas semanas hemos sido testigos y participantes de la movilización de cientos de investigadores e investigadoras, en respuesta al recorte de becas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (conicet). Este ajuste representa el despido encubierto de más de mil trabajadores y trabajadoras de la ciencia.
Lo que se pone en evidencia es una doble paradoja: por un lado se amplía -con respecto a los noventa- el ingreso de becarios al conicet, pero se excluye completamente su participación en la toma de decisiones más elementales en cuanto a sus condiciones de producción científica; por otro lado, la formación de numerosos/as doctores/as no se corresponde con una inserción laboral acorde a esa calificación como fuerza de trabajo, que es llevada a cabo con fondos públicos.
Pero estas aparentes contradicciones son parte de una política general de precarización de la actividad científica y de potencial transferencia de servicios -y, por lo tanto, de valor- al sector privado. El marco de estas políticas es el confeso incentivo de una ciencia al servicio del capital -en palabras del Ministro de Ciencia y Técnica-, alejada de hecho de las problemáticas que afectan a las grandes mayorías y reproducida a través de alienantes mecanismos de acreditación y evaluación que poco a portan a la producción científica.
Desde CAUCE|UBA, CAUCE|La Plata, Colectivo desde el Pie|FCEyN-UBA, el Movimiento Enrique Barros|UNC, Espacio de Construcción Asamblearia|UNMdP, El Túnel|UNQ, EPA|FI-UBA, La Cárcava|UNCo, MadreSelva|UNL y Asamblea de Filosofía|UNMdP, apostamos a una ciencia crítica, democrática y transformadora, que se produzca de la mano de los sectores que más la necesitan, que reconozca su calidad de colectiva al tiempo que reconoce a sus trabajadores/as como tales.
Apoyemos la lucha de las/os investigadores/as argentinas/os
La restringida asignación de becas post-doctorales y las trabas impuestas para el ingreso a la carrera de investigación en el conicet (discriminación etaria, de género e ideológica en la selección de becarias/os), implican hoy que más de 1600 doctores/as que pertenecen a esta institución queden sin trabajo.
Este ataque es posible gracias a que el Estado argentino no reconoce a las/os investigadoras/es como trabajadoras y trabajadores, en tanto productoras/es de conocimiento (hoy somos, en la práctica, empleadas y empleados “en negro”). El reclamo por los derechos mínimos de cualquier asalariado/a ha sido consciente y continuamente ignorado por las autoridades del conicet y los gobiernos nacionales desde hace décadas -incluyendo los años recientes del gobierno kirchnerista -.
En este contexto, también se han puesto de manifiesto los mecanismos de admisión de becarios/as y trabajadores/as del conicet: por caso, miembros de su directorio admitieron que el 30% de las becas post-doctorales se otorgan a través de criterios discrecionales -cuando no abiertamente arbitrarios- del propio directorio, a la vez que mantienen una insostenible negativa a difundir el orden de mérito para la selección de becarios -financiados con fondos públicos-.
En definitiva, arbitrariedad, ocultamiento de la información y precariedad laboral es lo que domina las condiciones de producción de la ciencia argentina actual.
Durante los últimos años se ha ampliado la cantidad de becas y fondos destinados al sistema científico; pero esta operación se da en el marco de la recomposición de legitimidad de las clases dominantes que lleva adelante el kirchnerismo desde 2003. Esto implica el viraje desde un paradigma sobre el desarrollo en el cual se desvalorizaba instancias como el conicet, a otro orientado a que el sistema de ciencia y técnica forme recursos humanos con mayor calificación para la generación de valor. El conicet sigue siendo una institución cuyos mecanismos son poco transparentes, se definen sin participación de la enorme mayoría de sus integrantes y que estimula a los científicos a insertarse en una lógica de acreditación individualista y competitiva, que poco aporta a generar un conocimiento crítico que contribuya a mejorar las condiciones de vida de los/as trabajadores/as en nuestro país.
A su vez, la orientación que se le está dando a la política de ciencia y técnica es coherente con la línea que desde el Ministerio de Industria se explicitó en las últimas semanas, a raíz de los cambios en la gestión del inti: “El inti dejará de poner tanto énfasis en la economía social para mantener un perfil más orientado a la innovación”. “Ahora va a trabajar codo a codo con las empresas para desarrollar en el país avances tecnológicos que se hacen en el extranjero y adaptarlos a las características locales”.
Es decir, no sólo se busca que los/as doctores/as se inserten en el ámbito privado, sino que también se ofrecen las instituciones estatales de ciencia y tecnología a las empresas, poniendo la formación de doctores/as (pagada por las mayorías) al servicio de la generación de valor que será apropiado privadamente por las minorías empresariales.
Hoy en día los/as becarios/as del sistema científico nacional son, en buena medida, quienes producen ciencia en nuestro país. Para continuar en sus puestos de trabajo, el sistema impone un modo de producir ciencia que consiste en un proceso alienante para quien investiga: la publicación de papers en las revistas que son juzgadas valiosas por los/as mismos/as pocos/as que toman las decisiones en conicet, sin considerar la relevancia o calidad de lo que se edita ni la utilidad de tales publicaciones para la investigación en curso. Toda esta producción en serie tiende a ser individual -requisito para la aspiración a becas pos-doc- e implica la competencia con la producción de otros/as compañeros/as. Sin embargo, sabemos que la producción de conocimiento en una sociedad nunca es estrictamente individual, y que jerarquizar la producción colectiva podría generar una ciencia cualitativamente superior.
Para poder cambiar este modo de hacer ciencia el primer paso es comprender estas condiciones de producción, de lo cual depende encarar un camino de transformación de conjunto.
De este modo, quienes definen la orientación de la ciencia argentina apuntan a la ganancia del capital y a la reproducción de un modo alienado y precarizado de trabajo para llevarla a cabo.
Luchamos por una ciencia que, en cambio, se produzca de la mano del conjunto de los/as trabajadores/as y el pueblo, que sea crítica, creativa y colectiva.
En este sentido, apoyamos el interesante proceso de lucha y organización de los Jóvenes Científicos Precarizados (jcp). La organización horizontal y asamblearia es la mejor manera de garantizar el cumplimiento de nuestros reclamos y de ir prefigurando el modo democrático en que creemos que deben ser tomadas las decisiones sobre la orientación de la ciencia.
Por todo esto, participamos de la asamblea de Jóvenes Científicos Precarizados e invitamos a sumarse a esta lucha de manera colectiva. Reproducimos en el comunicado de prensa de JCP el pliego de reivindicaciones presentado el 28/12 y convocamos a la siguiente actividad y movilización:
Jueves 5 de enero a las 15hs en el Hotel Bauen, av Callao 360, Capital Federal, conferencia de prensa y posterior movilización al MinCyT, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, av Córdoba 831.
Para enviar adhesiones de organizaciones o individuales: prensa.jcp@gmail.com
Participan:
Representantes de JCP (Jóvenes Científicos Precarizados)
Representantes de ATE-CONICET
Representantes de AGD – UBA
Investigadores del CONICET
Reproducimos el comunicado de Prensa de Jóvenes Científicos Precarizados y el pliego de Reivindicaciones:
Para mandar adhesiones de organizaciones o individuales escribir a prensa.jcp@gmail.com
Más de 1630 jóvenes investigadores formados en el país están siendo expulsados del Sistema Científico Nacional
En las últimas semanas ha tomado estado público la situación de más de 1630 jóvenes investigadores formados en el país que están siendo expulsados del Sistema Científico Nacional. Se trata del resultado de las convocatorias del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), principal ente Estatal que emplea a los científicos del país. En el caso de la convocatoria para acceder a becas postdoctorales 2011 se presentaron 1506 doctores. De ellos, 726 no ingresaron (48,8%). En el caso de la convocatoria para ingresar a la Carrera del Investigador Científico se presentaron 1452 doctores. De ellos, no ingresaron 904 postulantes (62,3%). Sintetizando, sólo en el CONICET en el año 2011 han quedado afuera 1630 (904 + 726) investigadores especializados en distintas áreas del conocimiento. Esta realidad no sólo impacta negativamente sobre la situación individual de cada uno de los profesionales formados, sino que afecta en forma directa el desarrollo de proyectos de investigación y la ciencia en general. Ambos requieren la consolidación de grupos de trabajo en donde los jóvenes investigadores constituyen uno de los eslabones más importantes de dicha estructura.
Esto se agrava aún más cuando muchos de los postulantes obtuvieron excelentes calificaciones en las evaluaciones (incluso varios de ellos superiores a 90/100), fueron recomendados por las comisiones evaluadoras del CONICET para continuar con sus investigaciones, pero aún así han quedado afuera. Ni siquiera se han publicado los órdenes de mérito correspondientes ni los criterios que se utilizaron en las evaluaciones, lo cual contradice el más mínimo principio de transparencia que cualquier institución pública debe tener. Peor aún, se han encontrado casos de explícita discriminación ideológica, de género o de edad en el resultado de las evaluaciones (por ejemplo el caso de Fabián Harari).
Como respuesta a esta situación se han realizado dos movilizaciones de alrededor de 400 becarios e investigadores a las puertas del CONICET y se ha entregado un petitorio firmado por más de 2000 becarios, investigadores, personal de apoyo y docentes universitarios de todo el país. Hemos logrado que se convoque a una reunión extraordinaria del Directorio del CONICET para analizar esta cuestión, pero la única respuesta en concreto que nos han dado es la designación de 106 becas postdoctorales adicionales que no resuelven la gravedad de este problema. Resulta indignante que las autoridades del CONICET se sigan negando a publicar los órdenes de mérito de las evaluaciones.
La formación de los científicos es costosa, y es una obligación de cualquier gobierno hallar las políticas que permitan la continuidad laboral dentro de su territorio de los profesionales e investigadores formados. Entendemos que la expulsión de los más de 1630 jóvenes científicos del Sistema Científico va a contramano de la jerarquización del sector que tanto se anuncia. La expulsión de tales recursos significa, en muchos casos la discontinuidad o interrupción de líneas de trabajo que, paradójicamente, han sido apoyadas y financiadas desde el CONICET o desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología. La inversión y el esfuerzo que demanda de la sociedad, de los directores de las investigaciones a cargo de la formación y fundamentalmente de los propios jóvenes científicos, son sumamente elevados como para desaprovechar el potencial que han logrado alcanzar.
Es el pueblo argentino el que financia la formación de investigadores durante más de 6 años de carrera de grado y 5 de carrera de postgrado, por lo tanto debe existir una planificación estatal que posibilite poner estos recursos humanos altamente calificados al servicio de los intereses del pueblo y la nación. Esta responsabilidad institucional es ineludible. No se puede dejar librado "al mercado" la planificación de nuestro desarrollo científico-tecnológico ni la inserción laboral de los investigadores formados en el país.
Resulta contradictorio repatriar 800 científicos del exterior en los últimos 8 años y en tan sólo uno expulsar a 1630. Invertir millones en difundir la ciencia argentina en grandes eventos como Tecnópolis resulta un sinsentido si al mismo tiempo no garantizamos la continuidad laboral de nuestros jóvenes científicos. Sobre todo, cuando esos científicos reafirmaron su voluntad de continuar realizando sus investigaciones en Argentina al aplicar a las convocatorias del CONICET y cuando el propio organismo reconoce que no se trata de un problema de limitación presupuestaria sino de una decisión política trazada por el gobierno nacional para el sector científico.
Ante esta situación exigimos se implementen a la brevedad medidas que den respuesta al problema inmediato, pero también que se replanteen políticas científicas integrales y con continuidad en el tiempo, único camino para tener una crecimiento verdadero, sólido y sustentable, con capacidad de incidir de manera transformadora en la realidad de nuestro país y nuestra sociedad.
Exigimos:
1) Otorgamiento de la beca postdoctoral o ingreso a Carrera de Investigador Científico (CIC) según corresponda, a todos los doctores expulsados cuya evaluación de desempeño ameritó la recomendación positiva por parte de las comisiones evaluadoras correspondientes.
2) Transparencia, coherencia y justicia en los concursos, con criterios previamente establecidos, órdenes de mérito y líneas de corte públicos para terminar con cualquier tipo de discrecionalidad por parte de las autoridades. Ampliación y revisión pública de los dictámenes no favorables que omitieron antecedentes. Prohibir la discriminación por género, edad, formas colectivas de generar conocimiento e ideológica (caso Fabián Harari en Ingreso CIC) en los dictámenes de cualquier convocatoria.
3) Presencia de Veedores Becarios y Veedores Gremiales en las comisiones evaluadoras de Becas e Ingresos CIC.
4) Eliminación de la cláusula que impide la solicitud de ingreso a la CIC en caso de haber presentado una recusación al dictamen de la convocatoria anterior.
5) Hacer público el Orden de Merito usado para la otorgación de las Becas Tipo I, Tipo II y postdoctorales usadas en la convocatoria 2011. Mayor número de Becas Tipo I, ante la gran cantidad de concursantes con excelente calificación que quedaron sin beca.
6) Discusión democrática y formulación pública de las prioridades temáticas y los criterios geográficos a mediano y largo plazo para el otorgamiento de becas, ingresos CIC y subsidios de investigación de acuerdo a las verdaderas necesidades de nuestro país, evitando arbitrariedades y garantizando la continuidad laboral de todos aquellos que cumplen apropiadamente con su trabajo académico.
7) Reformulación del estatuto del CONICET para garantizar el cumplimiento de los puntos anteriores, asegurando la transparencia de la Institución en todas sus actividades.
8) Aprobación de un Nuevo Régimen Laboral para los Becarios/as, con pleno reconocimiento de derechos laborales (aportes jubilatorios, aguinaldo, licencia por maternidad, obra social, etc.)
Jóvenes Científicos Precarizados – Regional Buenos Aires (JCP-Bs As)
Para mandar adhesiones de organizaciones o individuales escribir a prensa.jcp@gmail.com