A 10 años de la destitución del CECSO (Centro de Estudiantes de Sociales) x una asamblea y el nacimiento de la Asamblea Permanente de Sociales
En mayo del ’99 Menem lanza un último y profundo ajuste presupuestario sobre las universidades, en el marco de una enfática recomendación del Banco Mundial para todas las universidades públicas de América Latina. En México se inicia la toma de la UNAM, que durará más de 10 meses. En Paraguay se ocupa la universidad nacional y comienza una huelga de hambre. En Santiago de Chile se dan ocupaciones y enfrentamientos con barricadas y molotovs.
Argentina vivía el otoño menemista, el apogeo de la Alianza (Frepaso + UCR + Partido Socialista) y la cúspide de las expectativas de la llamada clase media en darle un rostro humano al neoliberalismo. La FUA, dirigida por la Franja Morada en alianza con el PCR, se oponen al ajuste por medio de declaraciones con los rectores, el MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos) de Moyano, la CTA, la CCC (Corriente Clasista Combativa) y algunos organismos de derechos humanos.
En la UBA, el entonces rector Shuberoff declara que el dinero alcanza hasta agosto, mientras la Alianza junto al PCR juntan firmas y promueven cerrar las facultades en señal de luto.
A los pocos días esas medidas pasivas son transformadas por el movimiento estudiantil en asambleas masivas en las que se plantea que el menemismo y la alianza son parte del mismo problema y que teníamos que tomar la iniciativa de elaborar nuestra propia política educativa. Esta posición (impulsada en particular por El Viejo Topo) triunfa y se deciden tomar las facultades y realizar clases públicas cortando las calles. A estas medidas se suman terciarios y alguno secundarios. Rápidamente la cantidad de avenidas y calles cortadas traban la economía de la ciudad. Cuando en Sociales la policía busca nombres y responsables, los estudiantes responden que sólo cumplen órdenes de la asamblea. Marcelo T. es una trinchera permanente, con barricadas que comienzan a las 7 de la mañana y duran hasta las 23 hs.
El 10 de mayo se hace una asamblea de Sociales con más de 1000 estudiantes. La Franja hace que una madre de Plaza de Mayo abra la asamblea hablando de la necesidad de pelear juntos contra el menemismo. Pero en el curso de la asamblea crece el clamor por autoorganizarse y actuar independientemente de la Alianza.
Con la experiencia de cinco años de lucha contra la Ley de Educación Superior menemista y su adaptación por parte de la Alianza, el movimiento estudiantil decide destituir al CECSO como forma delegativa de organización, sustituyéndolo por la Asamblea Permanente de Sociales. Esa noche desembarca la barra brava de Chacarita y la fuerza de choque de la burocracia no docente para custodiar los locales de apunte del centro manejado por la Alianza.
Sin embargo la Asamblea se concentra en darle contenido a la lucha contra el ajuste por medio del funcionamiento de comisiones de trabajo que elaboran otra política educativa y en conformar la Asamblea Interfacultades de la UBA, en forma independiente de la FUBA, también dirigida por la Alianza.
Esa semana se produce una marcha educativa con dos columnas separadas. La de la FUBA, de la Alianza y el PCR, con las centrales sindicales y la CCC más todo el respaldo mediático no llega a 5000 personas. La columna de la interfacultades con gran sorpresa de todos la supera ampliamente con 7500 estudiantes. Ese día Menem levanta el ajuste.
El 14 de Mayo se hace una asamblea de Sociales en Ramos con 1000 estudiantes, en la cual se decide levantar la toma y seguir discutiendo la política educativa. Pero el debate central es si se ratifica la destitución del centro. La Alianza va con unos cien militantes a la asamblea pero se ve aislada y repudiada. El PO (Partido Obrero) plantea que hay que destituir a la Alianza pero no al centro, que el mismo es la herramienta de los estudiantes y la solución es cambiar la dirección. Ante esto, el activismo de las comisiones y El Viejo Topo proyectan el consenso alcanzado en las comisiones de trabajo hacia la asamblea: necesitamos elaborar nuestra propia política desde abajo y para ello necesitamos una forma de organización que promueva la participación directa. La Asamblea resuelve por amplia mayoría ratificar la destitución del centro y erigirse como Asamblea Permanente de Sociales, conformando la comisión de organización con reuniones semanales como centralizadora de los diversos debates políticos e iniciativas de las comisiones de trabajo.
La Asamblea Permanente funcionará hasta septiembre/octubre de ese año, siendo el centro político (actividades culturales, autogestión de apuntes, expulsión de la seguridad privada, lucha contra los cupos, etc, etc.) del movimiento estudiantil de ese año. Así hasta septiembre en que la Franja llama a elecciones y la mayoría de las agrupaciones las legitima presentándose a ellas. En la semana de elecciones estas agrupaciones reclama que la franja hace fraude, mientras que, desde el recién surgido Movimiento 14 de Mayo en el que participamos los compañeros y compañera de El Viejo Topo, planteábamos desconocer esa elección y organizar un nuevo centro con un estatuto democrático discutido en jornadas y posterior asamblea resolutiva, que podía someterse ahí sí a elecciones generales.
Allí se produce la fatídica asamblea de la llamada “quema de urnas”, en la cual se vota por mayoría incautar las urnas a propuesta del PO, efectivizada por no menos de 300 estudiantes. A esta acción le seguirá el terrorismo mediático del diario Clarín y toda la Alianza que se apoyaron en las expectativas de la clase media que ese domingo votaría masivamente a De La Rúa. La democracia representativa volvía a la palestra. La elección directa en Sociología basada en un proceso asambleario retomaría la iniciativa desde abajo, introduciendo nuevas materias y poniendo en cuestión el plan de estudios.
A 10 años de aquella experiencia, creemos que es indispensable como movimiento estudiantil hacer un balance, de esas y de otras experiencias.
Una nueva organización estudiantil y una política que retome el rumbo de los cambios estructurales, tiene que ser capaz de aprender de sí misma a medida que camina. El ciclo de luchas contra las políticas educativas promovidas por los organismos internacionales en función de las necesidades del capital global, ha venido buscando convertirse en una resistencia creativa por medio de diversas formas de lucha y por medio del pensamiento crítico en el seno de formas de autoorganización como cuerpos de delegados (en Sociales en 1992-95-96-97) asambleas periódicas y comisiones (además de en esos años en 1999-2001-02-05-08).
¡Hay mucho para aprender de nosotros mismos!
Como un disparador del debate, los topos entendemos que parte del balance es la necesidad de encontrar formas sutentables de organización desde abajo, proyectando estas prácticas en una nueva estructura de centro de estudiantes. Como tarea inmediata hay que fortalecer las comisiones y asambleas en la facultad, encausando las diversas iniciativas en una política común que refuerce al conjunto. Para esto vemos necesario una comisión de organización y preparar jornadas estatuyentes para consensuar un nuevo tipo de centro.
Animo, que ya estamos en camino!
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