miércoles, 10 de agosto de 2011

Notitopo 9/8/11 año 16, nº 88

« ¡Me “dieron” la materia! Declaración sobre la Juntada + El Viejo Topo.


« Junta de la Carrera de Trabajo Social: Miércoles 10 de Agosto a las 17 hs, PB de Consti


« Festival de Inauguración: Radio Manifiesta/Espacio CulturalViernes 12/8 a las 19 hs en el Espacio Cultural del 1º piso de Consti (al lado de apuntes)

« Por que hay vida más allá de las elecciones… Sigamos construyendo poder popular. Nuestra postura frente a las elecciones.

«¡Viva la lucha del pueblo chileno por una educación pública y gratuita para todxs! Comunicado de la corriente de Organizaciones de Base La Brecha
  












¡Me DIERON la materia!


Noticias de ayer: ¿de dónde salieron las novedades en la inscripción?

Los/as que estudiamos en Sociales no solemos encontrar la palabra algoritmo muy a menudo en los textos que leemos o en las clases que cursamos. Sin embargo, este año ha entrado en nuestro vocabulario a partir de la publicación del no tan- famoso algoritmo para la asignación de materias. Si bien sospechábamos que algo sucedía en el SIU Guaraní desde que nos inscribíamos hasta que comenzábamos a cursar, hasta este año nunca se había hecho público el procedimiento por el cual somos asignados/as a una materia y otros/as nos quedamos en el camino. A raíz del reclamo sobre la necesidad de abrir el debate sobre la forma en que se asignaban las materias, finalmente (después de afirmar que no existía ranking alguno) aparece en la página de la facultad toda la información que hoy tenemos.
Pero ¿Por qué una fórmula se vuelve, ahora, una cuestión tan importante en nuestra Facultad? ¿Qué significan esos signos y puntajes? A ver...

Escalón por escalón: de nuestras experiencias y demandas
Una de las problemáticas más habituales que tenemos quienes cursamos en Sociales es en relación a la oferta de materias. Por un lado, muchas veces la oferta total de materias resulta escasa: algunas no se dan todos los cuatrimestres y van rotando; otras se dan exclusivamente en un turno, dificultando que muchos/as estudiantes podamos anotarnos; otras además del problema antes mencionado tienen la particularidad de ser cátedras únicas. Como si esto fuera poco, muchas veces los/as estudiantes nos sentimos a contratiempo, intentando compatibilizar como podemos el tiempo de trabajo (las más de las veces, precarizado), de cursada y de estudio, sin hablar ya del tiempo que nos llevan las tareas de la casa, el cuidado de familiares y mucho menos del necesario tiempo para hacer aquellas cosas que nos dan placer. Y a todo esto, las relaciones pedagógicas, el proceso de enseñanza- aprendizaje ¿tienen en cuenta esta situación?
Finalmente, no es poco el dinero que conlleva ser estudiante universitario: no sólo el de los apuntes; sino también, entre otras cosas, el del transporte que usamos para movilizarnos, los alimentos que necesitamos en las largas horas de cursada y de espera entre el trabajo y la facultad, si tenemos hijos/as lo que gastamos en que alguna persona pueda cuidarlos/as mientras no estamos en casa, entre otras cosas. Parece que estudiante ytrabajador/a no son términos que se unen por casualidad...

Sin dudas, para nuestra formación es enriquecedor que la cantidad de estudiantes y docentes en un curso sea tal que favorezca el intercambio, la discusión, poder conocernos... pero también aparecen otros criterios más que son los que finalmente ejercen mayor peso en la decisión de la existencia de un límite de cupos en la asignación de materias: una cantidad de aulas, nombramientos docentes e incluso de cátedras desajustada y menor a nuestras necesidades. Es decir, que si enfocamos con una lente diferente empezamos a mirar otras cuestiones: ya no el problema de intentar determinar hasta dónde llega ese cupo y con qué criterios algunos/as nos quedamos afuera, sino que empezamos a ver como problemáticas las condiciones materiales y pedagógicas en las que nos formamos cotidianamente. Si partimos de considerar que esas condiciones no pueden cambiar, es muy entendible que el problema que se desprenda para una gestión sea el de determinar a quiénes se incluye y a quiénes no en esos cupos, el de laadministración de lo que hay. Por eso, de lo que se trata es de desnaturalizar la rutina universitaria como primer gran ejercicio hacia convertirnos en cientistas sociales críticos.
Dentro de los límites de lo existente, seguramente sea complejo determinar para quiénes sí” y para quiénes no, tan complejo que se llega a establecer y perfeccionar una fórmula, variables y operaciones que asignan puntajes, sumas y restas. Pero bajo el manto de neutralidad y transparencia de las operaciones matemáticas también se encuentra, en esas mismas operaciones, la construcción de esos límites que tienen lo que hay, lo que es posible. Nosotros, lejos de las concepciones de las agrupaciones del decano y las autoridades de la facultad, creemos que nuestra tarea no es administrar lo que hay, conformarnos con lo posible... Tal vez la tarea sea hacer de lo imposible una nueva posibilidad, como nos indica la mejor tradición de la juventud desobediente que elegimos seguir.

No son los 40 Principales... pero es un Ranking
Dicho todo esto ¿¿en qué consiste el algoritmo?? A fines del año pasado, la gestión de la facultad admitía vía web que los elementos que determinaban la asignación en una materia eran el promedio académico y la cantidad de materias aprobadas por años cursados. A estos criterios para medir el desempeño académico, se han sumado este año dos variables más: la maternidad y la condición laboral.

Sin dudas, se ha reconocido que nuestras condiciones de trabajo y nuestra composición familiar no son ajenas al modo en que transitamos nuestra formación, el punto es de qué modo se ha reconocido y con qué alcances. Más allá de lo problemático de medir cómo vivimos (y de los modos que esto establece para tener que acreditarlo, comprobarlo), otras son las cosas que nos llaman la atención. Por un lado, se reconoce que existen trabajadores/as en negro que serían la excepción (¿?) y serán contemplados/as como eso mismo, cuando sabemos que la mayor cantidad de trabajo precarizado se encuentra en las franjas de la juventud y en los organismos estatales. Por otro, se construye una imagen madre que pareciera estar o debiera cargar sola con los cuidados de su hijo/a, los padres podrán ser reconocidos como trabajadores pero no como padres en esta fórmula. Quizás a partir de ahora con la inclusión de estos nuevos criterios se desdibujen en ciertos casos el peso del desempeño académico más puro”… De una u otra forma, ya con los resultados de las inscripciones en mano, vemos que con o sin la nueva fórmula en nada ha cambiado la cantidad de compañeros/as no asignados/as y la razón es contundente: más del 80% de las negativas a la inscripción responden a comisión completa. Esto quiere decir que hay mayores inscriptos/as que cupos en las materias y esta nueva fórmula viene a redistribuir”… los rechazos a la inscripción.

¿Era esto lo que demandábamos? ¿Constituye esto una respuesta a la complejidad de lo que atravesamos cotidianamente y de lo que desde la Universidad puede hacerse? Pensamos que no. Si para el diccionario un algoritmo constituye un conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema, consideramos que lejos estamos, estableciendo fórmulas que nos den como resultado un mayor o menor mérito, de encontrar una resolución frente a las tensiones que emergen de la defensa de la educación superior, pública, gratuita, de calidad. Porque además, estas operaciones traducen como un problema de casos, de situaciones personales, una problemática colectiva y qué lugar le da a ésta la facultad.

Quienes conformamos la coordinación general del centro de estudiantes volvemos a alzar la voz, una vez más, ante las demandas que hace tanto llevamos adelante y que siguen sin ser atendidas. Estamos convencidos/as de que si somos más estudiantes, docentes, no docentes, pensando y discutiendo, lo imposible sólo tardará un poco más en concretarse...
¡Organicemos el descontento! 





Junta de Carrera de Trabajo Social
Este miércoles 10 de Agosto  a las  17.00hs en la Dirección de la Carrera. (PB)
La juntas de carrera  es un espacio donde se discuten y elevan proyectos que, finale¡mente, se elevan o no en el consejo directivo de la Facultad.
Cada junta esta formada por 5 consejerxs de cada claustro (estudiantes, docentes y graduadxs) y un/a director/a de carrera.
Temario:       
 -Continuidad de actividades vinculadas a la reforma de plan de estudios.
-          Jurados de concursos docentes. Ni bien terminen de confirmarnos algunos nombres enviaremos las propuestas de ternas.
-          Envío de trabajos al Congreso de FAUATS.
-          Participará de la reunión Claudio Robles, Jefe de Trabajos Prácticos de Nivel I de Talleres, tal como se acordó en la última Junta a partir de la presentación realizada que solicitaba incorporar nuevas instancias de recuperatorios.

Festival de Inauguración: Radio Manifiesta/Espacio Cultural


Porque hay vida más allá de las elecciones… Sigamos construyendo poder popular
Nuestra postura frente a las elecciones
Posicionarse frente a las próximas elecciones exige algunas consideraciones generales previas. Para empezar, desde CAUCE entendemos que la vía electoral no es la herramienta privilegiada para conseguir el cambio social radical al que aspiramos. No marcar este punto con la necesaria insistencia puede crear falsas ilusiones o expectativas: los sectores populares no podemos delegar la solución de nuestros problemas en profesionales de la política ya que el cambio no viene de arriba, sino con organización desde abajo y construcción de poder propio. Nuestra tarea apunta a ese horizonte en cada lugar donde desarrollamos nuestra militancia, ya sea la Universidad , los barrios o los sindicatos. No obstante, las elecciones presentan una particularidad que puede ser aprovechada: es una situación en la cual existen mayores posibilidades de acercar nuestras reivindicaciones y posiciones a personas que en otra oportunidad no nos escucharían, permitiendo politizar y problematizar cuestiones a una escala mayor que la habitual.
Por otra parte, reconocemos también que conseguir diputados o legisladores de izquierda tiene la potencialidad de abrir un canal de difusión de ideas y propuestas, como así también de apoyo ante eventuales conflictos y situaciones represivas. Ejemplo de ello fue la jornada laboral de 6 horas conseguida por los trabajadores del subte. En este caso, la organización desde abajo creó las condiciones para conseguir esta pequeña victoria y el hecho de tener un diputado que responda a los intereses de los trabajadores ayudó para llevar nuestra voz a la Legislatura. Aspiramos entonces a que estos “representantes” puedan ser expresión de las múltiples experiencias que vamos generando en la construcción de otro poder, el poder popular.
Así las cosas, creemos que las elecciones son tan sólo un momento, ni fundamental ni prioritario, entre muchos otros para intervenir políticamente. Por razones tácticas y coyunturales, entendemos que este no es el momento para que el espacio político en el que participamos y queremos desarrollar intente presentarse como una alternativa electoral. Por eso, nuestra práctica política está abocada a la construcción de espacios de poder popular e intervenimos desde nuestras agrupaciones de base, intentando también articular multisectorialmente con otros grupos en lucha. Esta perspectiva se expresa en la recientemente conformada Corriente de Organizaciones de Base – La Brecha - que integramos junto a movimientos territoriales, sindicales, culturales, medios alternativos y otros -  a la que entendemos como una tendencia que debe aportar al desarrollo colectivo de una nueva alternativa política de las clases subalternas. Sin embargo, esto no nos imposibilita analizar estas elecciones, posicionarnos frente a ellas y pensar cómo construir con aquellos compañeros y organizaciones de izquierda que sí participan de la disputa electoral.


El fenómeno kirchnerista y sus singularidades
Pese a la reciente derrota electoral del kirchnerismo en Capital Federal, que se suma a una serie de traspiés y conflictos en los últimos meses que perjudicaron al Gobierno (la corrupción de Schoklender, el escándalo del Inadi, la derrota en Santa Fe), el kirchnerismo sigue siendo el actor protagónico del actual proceso político. Para avanzar en la comprensión del fenómeno político que constituye el kirchnerismo debemos partir por asumir la importante reconstrucción del apoyo social al Gobierno, especialmente el acercamiento a las filas oficialistas de jóvenes que anteriormente no participaban en la vida política. Para ello es de destacar que la hegemonía cultural que ha construido el kirchnerismo es producto de una referencia a temas de resistencia al neoliberalismo y supuestas transformaciones progresivas. Este dato es necesario para entender que es indudable que aquellos jóvenes que honestamente tienen expectativas en el kirchnerismo no lo hacen por su vínculo con la burocracia sindical, los intendentes del conurbano, ni la precarización laboral, sino porque esperan, a partir de la valoración de ciertas medidas que han tenido impacto popular, que este gobierno impulse transformaciones sociales populares. Este reconocimiento es el punto de partida para pensar desde la izquierda el diálogo que debemos abrir con los jóvenes que se acercan a la política. Frente a la creciente politización de la juventud y la sociedad en general, la izquierda debe enfrentarse inteligentemente al desafío que significa que un proyecto de reconstrucción del capitalismo argentino logre convocar y tener adhesión en amplios sectoresde la juventud y la población.
 Tras ocho años de gestión y en un contexto de histórico crecimiento económico, ya no hay excusas que desresponsabilicen al gobierno actual respecto a los regresivos indicadores sociales actuales e impidan una caracterización de la naturaleza y el íntimo sentido histórico de este proceso político. El gobierno kirchnerista mantiene evidentemente el compromiso estratégico con la conservación de un modelo de exclusión social, precarización laboral y desigualdad en la distribución del ingreso que tiene como correlatos concretos la escalada represiva, la magnitud inédita de presos por luchar, el armado político con los “barones del conurbano”, con los gobernadores feudales y la economía concentrada que sigue privilegiando a los sectores dominantes de la economía por sobre la redistribución y la justicia social. La marcada tendencia regresiva del Gobierno no se desmiente por algunas concesiones sociales y democráticas, propias de una etapa donde garantizar la gobernabilidad exige por parte de las clases dominantes mayores esfuerzos que en décadas pasadas. En las últimas semanas, un nuevo hecho se sumó al largo listado de atropellos frente a los sectores populares llevados adelante por el gobierno nacional: en Jujuy se reprimió ferozmente a familias que ocupaban tierras, dejando un saldo de cuatro muertos. En alianza con la UCR , los sectores kirchneristas cerraron filas, una vez más, con los empresarios (en este caso, la familia Blaquier) en contra de quienes menos tienen.
Pese a esto, el kirchnerismo ha sabido explotar la situación política para llegar a las instancias electorales de este año presentándose como una alternativa progresista o popular para amplias franjas de los sectores populares y la juventud. La paradigmática expresión oficialista que reza que “a la izquierda del kirchnerismo está la pared” representa el imaginario social parcialmente instalado donde se invisibiliza la existencia de experiencias populares y militancia social y política que lucha, contra el gobierno, por una transformación social radical. Las elecciones de este año ponen de manifiesto tanto la proyección del gobierno como opción “progresista” como la invisibilización de las luchas y las reivindicaciones populares.

La desarticulación de la oposición
Por su parte, la oposición de derecha, que en los medios aparece como la única alternativa al proyecto de Cristina Fernández, terminó de mostrar su inviabilidad política al no poder unificar su espacio en una sola lista para las próximas elecciones. En términos más generales, si bien algunos sectores de la burguesía argentina no están conformes con el modo actual de administrar el Estado por parte del kirchnerismo, tampoco hay consenso ni posibilidades reales para un modelo alternativo. Pese a las victorias opositoras en Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires, sigue siendo evidente que el gobierno actual es el único que puede garantizar la gobernabilidad del país para los sectores dominantes, seguir aumentando la ocupación con salarios reales bajos, empleo precario, y tasas de ganancia extraordinarias para muchos grupos económicos.
En este contexto, Duhalde se presentará como candidato a presidente por su cuenta sin mayores expectativas electorales y la UCR cerró filas con De Narváez, fiel representante del discurso de la mano dura, el desprecio por los derechos humanos y la exacerbación del fantasma de la inseguridad. La llamada "Unión por el Desarrollo Social" entre la UCR y el ex menemista luego aliado del macrismo, tiró por la borda el supuesto perfil progresista que intentó cultivar el hijo de Raúl Alfonsín.

Un espacio político que ha despertado algunas expectativas es el que intenta recrear una centroizquierda por fuera del PJ. En este sector iban a confluir distintos grupos detrás de la candidatura de Binner. Sin embargo, el sector se fracturó en dos antes de conformarse. Por un lado quedó el "Frente Amplio Progresista", integrado por Libres del Sur, el GEN de Stolbitzer, el Partido Socialista de Binner,  los espacios de Víctor De Gennaro, Claudio Lozano, y Luis Juez (ex PJ de Córdoba). Por otro lado, se encuentra la otra fracción, lideraba por el Partido Proyecto Sur de Pino Solanas, con el MST, el PCR-PTP y el PSA. Más allá de la fragmentación, hay un pasado común entre estos grupos que pone de manifiesto su orientación estratégica: todos han militado del lado de los empresarios rurales en el conflicto por las retenciones agropecuarias. De conjunto, este sector es evidencia amplificada de las limitaciones de las opciones de centro izquierda, que ya han existido en el pasado reciente (Frepaso, PI, etc.), con su expreso desinterés por la militancia y el trabajo de base, reemplazado por los acuerdos de cúpulas entre dirigentes, y donde el supuesto afán de conseguir reformas sociales parciales recubre los vínculos reales con los grandes grupos económicos (como demuestra la gobernación de Binner, abiertamente vinculada a los empresarios sojeros).

¿Y la izquierda anticapitalista?
La tendencia expresada en la actual coyuntura de reconstrucción del Gobierno Nacional y desarticulación de la oposición, tanto de derecha como “progresista”, se fortalece por la reforma política que hace su estreno en estas elecciones. Esta coyuntura puso a las organizaciones de izquierda frente a una legislación electoral más proscriptiva que la anterior, en la medida en que eleva los requerimientos tanto para presentarse a elecciones como para poder constituir legalmente un partido. De esta forma, se refuerza el tradicional sistema bipartidista pudiendo quedar fuera de las elecciones partidos minoritarios, especialmente las fuerzas de izquierda.
En este contexto, consideramos que la presentación de un frente de izquierda desmonopoliza el debate electoral, impidiendo que la discusión se reduzca a elegir qué capitalismo queremos. El discurso de orientación anti-capitalista y reivindicativo de derechos de los trabajadores del FIT puede aportar a horadar esa pequeña grieta que abren las elecciones para los sectores populares. Sobre todo frente a una avanzada antidemocrática del gobierno, como la reforma política, a la que hay que enfrentar unitariamente. En este sentido, desde CAUCE consideramos necesario acompañar con el voto al FIT en tanto expresión clasista y anti-capitalista (en las elecciones primarias y generales), para enfrentar la proscripción anti-democrática y colar una expresión política vinculada a las reivindicaciones populares en el debate electoral.
Creemos, no obstante,  que esta situación en la cual peligra la participación de la izquierda clasista y anti-capitalista en las elecciones frente a un posible bajo porcentaje electoral debe obligarnos a reflexionar acerca de la poca inserción real de la izquierda en el presente, de su fragmentación traducida en muchas oportunidades en mezquindad, dejándonos a futuro el desafío de tratar de revertir esta situación.

Por una nueva experiencia política de izquierda

Con los compañeros que se presentan a elecciones compartimos luchas y reivindicaciones así como nos separan diferentes perspectivas políticas y formas de construcción. Este apoyo a votarlos en las elecciones no implica menospreciar el hecho de que esta misma izquierda muchas veces obstruye la construcción unitaria de base con prácticas mezquinas que privilegian su aparato. La necesidad de posicionarse adecuadamente frente a una coyuntura electoral no puede soslayar la tarea de carácter estratégico y de largo aliento por renovar la política de izquierda. Con ese horizonte, debemos apostar al desarrollo de una nueva cultura militante, que deje atrás lógicas sectarias y burocráticas  arraigadas en la izquierda, a construir una perspectiva estratégica sobre la base de la prefiguración desde abajo de una nueva sociedad, a la construcción de articulaciones políticas que superen lo sectorial, sin reproducir las lógicas burocráticas y verticales tradicionales, a la apuesta genuina por la construcción de instancias unitarias contra la auto-construcción sectaria. En esta perspectiva, no son, lamentablemente, los partidos de la izquierda tradicional los que juegan un papel dinámico, sino una multiplicidad de experiencias locales (ya sean sindicales, territoriales, culturales, estudiantiles) de auto-organización y auto-gestión que empiezan a superar la fragmentación, alumbrando embrionariamente la posibilidad de construcción del proyecto anti-capitalista y del vasto movimiento social y político que pueda conmover los cimientos de la sociedad actual. Antes y después de las elecciones, esta es la tarea política estratégica en la que ponemos todo nuestro esfuerzo militante.

 Construyendo poder popular desde la clase trabajadora,
por un mundo sin explotadores ni explotados

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El Cielo por Asalto - Filosofía y Letras
BASE - Ciencias Económicas.
El Viejo Topo - Ciencias Sociales.
Praxis - Medicina.
La Revuelta - FADU.
Cauce - Psicología





VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO CHILENO POR UNA EDUCACION PÚBLICA Y GRATUITA PARA TODXS!            

“…Luchemos por los derechos
que todos deben tener.
Luchemos por lo que es nuestro,
de nadie más ha de ser…” (1)

El día 4 de agosto el pueblo chileno, desafiando a las prohibiciones y amenazas del gobierno, se volcó en las calles en apoyo a los más de dos meses de lucha que viene desarrollando el movimiento docente-estudiantil.

Se esperaba una gran jornada de movilizaciones en defensa de la educación como un derecho social, no sólo por la amplia convocatoria de jornadas anteriores o la simpatía hacia el movimiento, sino también por el descontento y desaprobación generalizada a la gestión encabezada por Sebastián Piñera. En esta oportunidad fue el gobierno, consecuente a sus prácticas, el que se permitiera desempolvar antiguas y oscuras medidas represivas. Con la orden dada por parte del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, de impedir las manifestaciones convocadas con antelación por parte del movimiento, carabineros sería el garante de la represión por anticipado o “preventiva”. La repudiable medida contra el pueblo movilizado se llevó a cabo desde las primeras horas de aquel jueves, impidiendo la libre circulación de estudiantes en muchos puntos del país, revisando sus mochilas, negando y coartando el derecho a reunirse en cualquier espacio público, efectuando detenciones selectivas, etc. Antes incluso de la hora de convocatoria caerían las primeras bombas lacrimógenas en una cantidad inusitada, acompañadas por el ya habitual apaleo y el infaltable actuar de carros hidrantes. Estas medidas darían un saldo, al final del día, de más 900 detenidos; en definitiva, se implantó un estado de sitio en los hechos.

La lucha que se viene dando desde las escuelas y universidades se enmarca en legítimas reivindicaciones, surgidas de la necesidad de construir una nueva educación: de calidad, pública, laica y gratuita para todxs. Demandas en clara oposición al actual modelo educativo excluyente, mercantilista, que en definitiva instala la educación como un bien de consumo. Ante esto lxs estudiantes y docentes reafirman su derecho a la educación y exigen cambios profundos y estructurales al Estado. Pero no se quedan allí, no sólo van por el acceso y financiamiento, sino que en la profundización de la lucha avanzan por la democratización de la educación y la disputa de contenidos y formas.

Empero, estos hechos no son aislados. Ocurren en un contexto de descontento generalizado de políticas públicas, muchas de estas heredadas de la última dictadura cívico-militar. Es decir, no sólo se traduce en la mercantilización de la educación, esta lógica se da también en la explotación de los recursos naturales - en donde capitales extranjeros definen criterios y pautas extractivas-, en una lenta respuesta de reconstrucción post-terremoto, en la invisibilización y criminalización del pueblo mapuche, en la precarización laboral, el aumento de tarifas en bienes básicos de consumo, deterioro y destrucción del medioambiente, entre otros y tantos problemas que hoy afectan al pueblo de Chile en su conjunto. Para éste el Estado utiliza una única y monocorde respuesta: la represión y la criminalización de la protesta.

Frente a esto lxs estudiantes y docentes no están solxs, es el pueblo en su conjunto quien se levanta. Un pueblo al que se le niega el acceso a la educación, salud, trabajo y vivienda digna. Un pueblo que dice basta, basta a que unxs pocxs se enriquezcan a costa de sus derechos, basta a la privatización de la vida y que hoy está más firme que nunca en pie de lucha.

Desde COB La Brecha, saludamos al pueblo chileno, a estudiantes, docentes y organizaciones movilizadas, solidarizamos con su lucha, porque la sentimos nuestra. Es así, como sumamos a la convocatoria, realizada por la asamblea de chilenxs exiliadxs por la educación, a marchar este Martes 09 de Agosto, desde las 17 hrs, en apoyo a la lucha del movimiento estudiantil chileno por una educación estatal, publica, gratuita, laica y al servicio del pueblo!
Concentramos en el Obelisco y marchamos al consulado chileno, en Diagonal Norte Avenida Pdte. Roque Saenz Peña Nº 547.


Se siente, se escucha, arriba lxs que luchan!

“…Unámonos como hermanos
que nadie nos vencerá.
Si quieren esclavizarnos
 jamás lo podrán lograr!!!...” (1)


(1) Luis Advis, Canción de despedida - Cantata Santa 

María de Iquique




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