jueves, 11 de octubre de 2012

El Debate con otras listas....


Yo quiero estar a la izquierda del CECSo

El debate con otras listas de izquierda: Izquierda al Frente, Izquierda Socialista y la 29 de Mayo





Como ya dijimos, es importante aprovechar este momento del año para poder dar el debate, también con aquellas agrupaciones a las que consideramos compañeras. Este es el caso de la Izquierda Tradicional que, luego de haberse presentado en una lista unificada el año pasado, en estas elecciones presenta 3 listas separadas: La Izquierda Al Frente (PO, PTS y Prisma), Izquierda Socialista y la 29 de Mayo. Cuando decimos que estas agrupaciones son compañeras, no es por puro eufemismo: entendemos que es importante militar codo a codo con estxs compañerxs, contra los avances privatizadores de Franja Morada- Nuevo Espacio y su actual alianza con La Cámpora. Es importante afianzar nuestra apuesta en común por un movimiento estudiantil independiente de las autoridades y luchar, por ejemplo, contra el boicot a la FUBA que Franja Morada-Cámpora intentan llevar a cabo sistemáticamente. De esta manera entendemos que son virtuosos los frentes únicos que logran construirse para defender los espacios ganados por la izquierda, como sucede en FUBA donde Mella y PO juntos forman la presidencia (paradójico, considerando la acusación de ‘kirchenrista’ del segundo al primero ¿no?).

Más allá de la Universidad, es impensable en este momento histórico poder arribar a victorias del campo popular sino es a través de la conformación de frentes únicos, y la unidad de la izquierda es fundamental si queremos incidir políticamente en ellos. No reivindicamos la unidad en abstracto, sino porque por el momento que hoy atravesamos resulta estratégica. Esta es una diferencia fundamental con lxs compañerxs que, identificando un estado de movilización permanente, consideran pertinente la autocontrucción para incidir en ese ‘movimiento’ (que, en cambio, nosotrxs vemos que hoy es preciso construir y desarrollar). Si lxs estudiantes ya estamos movilizadxs y queremos luchar, sólo falta la dirección correcta que, según la concepción de lxs compañerxs, es la elaborada desde los partidos cual “verdad revelada”. Nada más lejos de cómo entendemos debe construirse la política de nuestro gremio.



Nos alejamos de lxs compañerxs políticamente (sin descartar para nada la confluencia con ellxs, como impulsamos en el 2009 y 2010 que sucediera en el Espacio Abierto de TS), fundamentalmente porque vemos que tienen políticas y prácticas perjudiciales para fortalecer y hacer crecer el movimiento estudiantil. Si este movimiento no tiene su orientación política lo inhabilitan, lo traban. Estas organizaciones parecen tener como eje fundamental de su política la crítica y acusación sin límites a la conducción del centro de estudiantes (El Empuje) llegando a limites que rozan la caricatura. Así es que eligen catalogar a la conducción actual del Centro como “kirchnerista” ante la menor diferencia que pueda surgir en las luchas en curso o cualquier actividad concreta del CECSo. No podemos avalar estas prácticas entre quienes nos consideramos compañerxs-



Ejemplo de esto fueron los dos conflictos más importantes que atravesaron la Facultad el último tiempo: la reforma de Trabajo Social y las cesantías. Casi la totalidad de las organizaciones de este espacio político impulsaron como propuesta, en un caso, la interrupción indefinida de las sesiones del Consejo Directivo (para “impedir” la reforma del plan) y, en el caso de las cesantías, la toma de la facultad como forma de apoyo a los paros docentes.



Vale aclarar que nuestras divergencias en torno a estas propuestas no están basadas en un rechazo a cualquier medida de acción directa, medidas que en muchos casos vimos como correctas a lo largo de este año y le pusimos el cuerpo incluso no habiéndolas votado, respetando y construyendo lo definido en asamblea. De hecho, creemos que el movimiento estudiantil debe legítimamente utilizar sus medidas históricas de lucha, las cuales nos dieron importantísimos triunfos en los años 2008 y 2010, y que además resultan una escuela para nuestro crecimiento político. Pero es imposible pensar una toma de la facultad sin un trabajo previo de masificación y difusión del conflicto. No es lo mismo cualquier medida de lucha, por positiva que ésta sea en abstracto, para llegar a una conquista, para hacer crecer el movimiento, y para crecer políticamente. Debemos tener en cuenta que una medida, como la toma, puede aislarnos del resto de lxs compañerxs y llevarnos a perder nuestras demandas y desligitimarnos como actores impulsores de esa lucha. El izquierdismo y el vanguardismo son problemas que tenemos que tomar en cuenta a la hora de pensar cómo luchar para ganar.



Párrafo aparte merece nuestro repudio a la práctica política de catalogarnos como “cómplices de la gestión” por marcar estas diferencias. Entendemos que los debates entre compañerxs de la izquierda deben darse honestamente y sin acusaciones que desdibujen el genuino intercambio de ideas que merece el movimiento estudiantil. En este sentido, acusar de esa manera a una organización compañera, cuando lo que se está planteando es una divergencia en plano táctico, no aporta nada a las tareas que nos debemos como movimiento estudiantil. Acusación que se vuelve de lo más rídicula cuando vemos que en otros ámbitos (como la FUBA o la Facultad de Cs. Económicas) la izquierda independiente sí puede articular con partidos como el PO, sin que medien este tipo de acusaciones.



 Además, desde El Viejo Topo pensamos que propuestas tales como la toma del Facultad se trajeron a las asambleas de manera irresponsable, utilizando la lógica de “si yo no conduzco, no me importan las consecuencias”. Esta irresponsabilidad quedó de relieve en el caso del Partido Obrero que, al ser conducción del gremio docente (AGD), votó junto a El Empuje en contra de la toma con aulas cerradas y entró en contradicción con todo el resto de la Izquierda Tradicional.



Este espacio político no pudo procesar esa pequeña diferencia y, de un día para el otro, florecieron las declaraciones cruzadas entre las agrupaciones que antes integraban la Izquierda al Frente, llegado algunas a denunciar la existencia de un “pacto desmovilizador” u otras acusaciones sin fundamento alguno. Creemos que este es un límite claro que expresan los problemas en torno a las prácticas militantes de lxs compañerxs de varios partidos de izquierda: a la menor diferencia (una votación en una asamblea sobre una medida concreta), este frente implosionó y hoy se presenta a elecciones en 3 listas separadas. Es preocupante que no se pueda siquiera resguardar la cohesión del propio espacio político cuando un año atrás el mismo se presentó como una alternativa nacional. Marcamos este punto porque nos parece imperioso realizar una autocrítica como izquierda si queremos efectivamente hacer que nuestro proyecto crezca y alcance un carácter hegemónico.



Mención aparte merece lo sucedido en torno al debate que lxs compañerxs instalaron acerca de la fecha de elecciones. No entendemos que las elecciones sean necesariamente contradictorias con los paros decididos por la gremial docente cuando ambos implican momentos de politización para todxs lxs estudiantes. Por otro lado, pese a haber llevado este debate a los cursos, cuando se realizó la Comisión Directiva del CECSo la semana previa a las elecciones no dieron el quorum, junto con el kirchnerismo, para que dicha comisión sesionara. La cereza del postre fue que, también con el kirchnerismo, presentaron su lista el sábado a la noche, en una posición altamente irresponsable para con la propia institucionalidad que como estudiantes nos dimos para nuestro CECSo.



Por último, y ya más alejado del plano estrictamente universitario, nos separan con lxs compañerxs de estas 3 listas la forma dogmática que tienen de analizar la coyuntura nacional, sin distinguir los matices entre los proyectos capitalistas que están en pugna en nuestro país. Con su análisis, los partidos de la izqueirda tradicional establecen en muchos casos una igualdad entre el modelo kirchnerista y el de su opositores Duhalde, Macri, etc. Así es que se posicionan en contra de medidas tales como la estatización de YPF (diciendo que es una “reprivatización” en el caso del PO), apoyan los cacerolazos (en el caso de IS) o marchan unificadamente con la burocracia sindical (Moyano), sin identificar que esa movilización formaba parte de una fuerza social conservadora en la que no había nada por disputar. Nuevamente, la práctica que criticamos anteriormente, se repite: si una organización lleva a cabo un análisis más complejo e introduce cierto matiz en su óptica, ya pasa a ser un “kirchnerista crítico” o hasta un cómplice del Gobierno.



A pesar de estas diferencias, seguiremos apostando a encontrarnos unificadamente en el desafío de construir un movimiento estudiantil activo, masivo y crítico. Esperamos que su campaña electoral no se centre en la descalificación a la actual conducción del centro, sino en los adversarios que tenemos en común. Este adversario son las listas que representan los intereses de las autoridades de la facultad y se encolumnan a nivel general en el kirchnerismo, que en estos años ha crecido enormemente en la UBA y en la facultad, cosa que lxs compañerxs no logran dimensionar (¡casi sin política avanzaron enormemente en el cogobierno y han salido como la segunda fuerza en elecciones de centro!). Con estas listas debatimos en el siguiente apartado.





Un CECSo comprometido ¿con quién?

El debate con las listas del decano Caletti: “UES + Cámpora” y La Vallese





Hoy la gestión de la facultad y de numerosas carreras están conformadas por agrupaciones del arco del kirchnerismo, que, a nivel estudiantil, se agrupan en la Lista 21 (Sociales por el Proyecto Nacional + El Mate + la UES). No podemos pensar que los proyectos políticos se dividan por claustro, por lo que entendemos que estas agrupaciones proponen un modelo de facultad y de centro coherentes entre sí. Ya señalamos los rasgos predominantes que, entendemos, asume la política del kirchnerismo para la educación universitaria y en particular en Sociales. Podemos afirmar que las agrupaciones estudiantiles pregonan también el mismo proyecto. No obstante, tiene una particularidad que es cómo entienden la acción política a desarrollar desde el órgano gremial.



Mientras que la gestión sostiene a nivel general un discurso que celebra la politización de la juventud, puertas adentro de la facultad reniega de la politización que expresa el movimiento estudiantil de Sociales (recordemos la campaña en contra de la toma de 2010, la política comunicacional ante la actuación del Espacio Abierto de TS en el marco de la reforma, etc.). No sólo tienen esta política porque en el movimiento estudiantil se encuentran actores que representan adversarios políticos, sino por cómo entienden el quehacer político. Para muestra basta un botón: en los conflictos de este año, cesantías y reforma de Trabajo Social, se puede ver que claramente piensan la participación de lxs estudiantes en las decisiones relativas a la facultad mediada por “sus representantes”, y no de modo directo. Tomar las decisiones en nuestras manos no resulta accesorio para nosotrxs, problematizar, involucrarnos, poner el cuerpo, decidir y ejecutar de modo colectivo medidas de acción directa para nosotrxs tiene un contenido político que refiere a la construcción, lenta y progresiva, de nuevas subjetividades, de nuevas relaciones. Son estas relaciones que vamos creando en nuestras comisiones y asambleas las que se confrontan con el orden institucional sancionado, que contiene, restringe, y hoy por hoy no transforma. Un centro de estudiantes subordinado a la política de la gestión de la facultad y con este tipo de concepción, es una condena al inmovilismo y al conformismo.



Por lo demás, este espectro ha tomado muchísimos espacios, tanto a nivel nacional como en la UBA y en nuestra Facultad concretamente. Tal es así que el año pasado la posibilidad de ganar la Coordinación del Centro de Estudiantes motivó a todas las agrupaciones afines al kirchnerismo –aunque con divergencias importantes entre sí- a armar un gran frente electoral, que unió a la UES y La Cámpora de manera oportunista para lanzarse sobre el CECSo. Si bien no estamos de acuerdo, existen compañerxs con expectativas en que el Gobierno Nacional lleve a cabo algunas medidas progresivas en el país y en la Universidad. Pero lo que es inentendible (o, mejor dicho, ¡indefendible!) es que agrupaciones supuestamente progresistas se alíen con la UES, una organización que  pertenece a lo peor de la política universitaria y la derecha duhaldista. La contradicción de esta alianza se hizo insostenible para La Vallese, que ahora se fue del “Frankestein electoral” y presenta una lista aparte. El Mate, que el año pasado había rechazado ingresar a este frente por encontrarse la UES, parece que este año perdió los escrúpulos. Es claramente oportunista el armado, ya que en ningún momento del año se han dado un trabajo como frente, ni siquiera en las elecciones, ya que no pasan por cursos juntxs presentando la propuesta, tienen materiales por separado, hasta concepciones diferentes.



Todas estas agrupaciones no sólo que no participan del centro (o sea, en sus comisiones y asambleas) y lo boicotean, sino que también estuvieron de la vereda de enfrente en las principales luchas que dimos lxs estudiantes de Sociales. En Trabajo Social apoyaron la reforma antidemocrática del plan de estudios de manera obsecuente y acrítica y, en el conflicto por las cesantías, se abstuvieron de votar el rechazo a la medida, quedando a la derecha de la gestión de la facultad.



Lamentablemente, no hay mucho más que debatir con estxs compañerxs porque la mayor parte de las agrupaciones kirchneristas no tienen un desarrollo importante en la Facultad y aparecen la semana de elecciones pidiendo el voto. En el caso de la UES, las únicas propuestas van en el sentido de conformar un centro “de servicios”, que no luche y que ignore las reivindicaciones estudiantiles. A su vez, en su “denuncias” al CECSo ignoran que la gestión del Centro se encuentra en permanente democratización, que existen balances públicos y la Comisión Revisora de Cuentas y Financiamiento, que es abierta a la participación de todxs lxs estudiantes.





Dale más Empuje al CECSo*, y no lo dejes apagar!



 En este documento intentamos expresar nuestras ideas y plantear algunos debates que nos parecen importantes para seguir avanzando juntxs más allá de las elecciones. Nos parece importante remarcar que sólo con tu voto no alcanza. Es necesario romper el rol pasivo que implica la delegación electoral y acompañar tu voto del compromiso y la organización. Por eso te invitamos a que te sumes a las comisiones del Centro de Estudiantes, que participes de las Asambleas, que organices clases públicas, que le plantees a tu profesor/a las críticas sobre los contenidos de las materias y las formas pedegógicas que imperan en la Facultad o que inventes vos una nueva forma de aportar a la organización del movimiento estudiantil. Porque como decimos siempre: participar es mucho más que votar!





Igualmente, para sostener este modelo de centro abierto y participativo, es importante que acompañes a El Empuje con tu voto, para enfrentar a quienes quieren terminar con este proyecto de un CECSo* desde abajo y a la izquierda, para potenciar nuestra herramienta gremial, por un centro que se organice para luchar y que luche para ganar. Por eso y mucho más: del 9 al 12 de Octubre votá a El Empuje.

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