Yo quiero estar a la izquierda del CECSo
El debate con otras listas de izquierda: Izquierda al Frente, Izquierda Socialista y la 29 de Mayo
Como ya dijimos, es importante aprovechar este momento
del año para poder dar el debate, también con aquellas agrupaciones a
las que consideramos compañeras. Este es el caso de la Izquierda
Tradicional que, luego de haberse presentado en una lista unificada el
año pasado, en estas elecciones presenta 3 listas separadas: La
Izquierda Al Frente (PO, PTS y Prisma), Izquierda Socialista y la 29 de
Mayo. Cuando decimos que estas agrupaciones son compañeras, no es por
puro eufemismo: entendemos que es importante militar codo a codo con
estxs compañerxs, contra los avances privatizadores de Franja Morada-
Nuevo Espacio y su actual alianza con La Cámpora. Es importante afianzar
nuestra apuesta en común por un movimiento estudiantil independiente de
las autoridades y luchar, por ejemplo, contra el boicot a la FUBA que
Franja Morada-Cámpora intentan llevar a cabo sistemáticamente. De esta
manera entendemos que son virtuosos los frentes únicos que logran
construirse para defender los espacios ganados por la izquierda, como
sucede en FUBA donde Mella y PO juntos forman la presidencia
(paradójico, considerando la acusación de ‘kirchenrista’ del segundo al
primero ¿no?).
Más allá de la Universidad, es impensable en este momento
histórico poder arribar a victorias del campo popular sino es a través
de la conformación de frentes únicos, y la unidad de la izquierda es
fundamental si queremos incidir políticamente en ellos. No reivindicamos
la unidad en abstracto, sino porque por el momento que hoy atravesamos
resulta estratégica. Esta es una diferencia fundamental con lxs
compañerxs que, identificando un estado de movilización permanente,
consideran pertinente la autocontrucción para incidir en ese
‘movimiento’ (que, en cambio, nosotrxs vemos que hoy es preciso
construir y desarrollar). Si lxs estudiantes ya estamos movilizadxs y
queremos luchar, sólo falta la dirección correcta que, según la
concepción de lxs compañerxs, es la elaborada desde los partidos cual
“verdad revelada”. Nada más lejos de cómo entendemos debe construirse la
política de nuestro gremio.
Nos alejamos de lxs compañerxs políticamente (sin
descartar para nada la confluencia con ellxs, como impulsamos en el 2009
y 2010 que sucediera en el Espacio Abierto de TS), fundamentalmente
porque vemos que tienen políticas y prácticas perjudiciales para
fortalecer y hacer crecer el movimiento estudiantil. Si este movimiento
no tiene su orientación política lo inhabilitan, lo traban. Estas
organizaciones parecen tener como eje fundamental de su política la
crítica y acusación sin límites a la conducción del centro de
estudiantes (El Empuje) llegando a limites que rozan la caricatura. Así
es que eligen catalogar a la conducción actual del Centro como
“kirchnerista” ante la menor diferencia que pueda surgir en las luchas
en curso o cualquier actividad concreta del CECSo. No podemos avalar
estas prácticas entre quienes nos consideramos compañerxs-
Ejemplo de esto fueron los dos conflictos más importantes
que atravesaron la Facultad el último tiempo: la reforma de Trabajo
Social y las cesantías. Casi la totalidad de las organizaciones de este
espacio político impulsaron como propuesta, en un caso, la interrupción
indefinida de las sesiones del Consejo Directivo (para “impedir” la
reforma del plan) y, en el caso de las cesantías, la toma de la facultad
como forma de apoyo a los paros docentes.
Vale aclarar que nuestras divergencias en torno a estas
propuestas no están basadas en un rechazo a cualquier medida de acción
directa, medidas que en muchos casos vimos como correctas a lo largo de
este año y le pusimos el cuerpo incluso no habiéndolas votado,
respetando y construyendo lo definido en asamblea. De hecho, creemos que
el movimiento estudiantil debe legítimamente utilizar sus medidas
históricas de lucha, las cuales nos dieron importantísimos triunfos en
los años 2008 y 2010, y que además resultan una escuela para nuestro
crecimiento político. Pero es imposible pensar una toma de la facultad
sin un trabajo previo de masificación y difusión del conflicto. No es lo
mismo cualquier medida de lucha, por positiva que ésta sea en
abstracto, para llegar a una conquista, para hacer crecer el movimiento,
y para crecer políticamente. Debemos tener en cuenta que una medida,
como la toma, puede aislarnos del resto de lxs compañerxs y llevarnos a
perder nuestras demandas y desligitimarnos como actores impulsores de
esa lucha. El izquierdismo y el vanguardismo son problemas que tenemos
que tomar en cuenta a la hora de pensar cómo luchar para ganar.
Párrafo aparte merece nuestro repudio a la práctica
política de catalogarnos como “cómplices de la gestión” por marcar estas
diferencias. Entendemos que los debates entre compañerxs de la
izquierda deben darse honestamente y sin acusaciones que desdibujen el
genuino intercambio de ideas que merece el movimiento estudiantil. En
este sentido, acusar de esa manera a una organización compañera, cuando
lo que se está planteando es una divergencia en plano táctico, no aporta
nada a las tareas que nos debemos como movimiento estudiantil.
Acusación que se vuelve de lo más rídicula cuando vemos que en otros
ámbitos (como la FUBA o la Facultad de Cs. Económicas) la izquierda
independiente sí puede articular con partidos como el PO, sin que medien
este tipo de acusaciones.
Además, desde El Viejo Topo pensamos
que propuestas tales como la toma del Facultad se trajeron a las
asambleas de manera irresponsable, utilizando la lógica de “si yo no
conduzco, no me importan las consecuencias”. Esta irresponsabilidad
quedó de relieve en el caso del Partido Obrero que, al ser conducción
del gremio docente (AGD), votó junto a El Empuje en contra de la toma
con aulas cerradas y entró en contradicción con todo el resto de la
Izquierda Tradicional.
Este espacio político no pudo procesar esa pequeña
diferencia y, de un día para el otro, florecieron las declaraciones
cruzadas entre las agrupaciones que antes integraban la Izquierda al
Frente, llegado algunas a denunciar la existencia de un “pacto
desmovilizador” u otras acusaciones sin fundamento alguno. Creemos que
este es un límite claro que expresan los problemas en torno a las
prácticas militantes de lxs compañerxs de varios partidos de izquierda: a
la menor diferencia (una votación en una asamblea sobre una medida
concreta), este frente implosionó y hoy se presenta a elecciones en 3
listas separadas. Es preocupante que no se pueda siquiera resguardar la
cohesión del propio espacio político cuando un año atrás el mismo se
presentó como una alternativa nacional. Marcamos este punto porque nos
parece imperioso realizar una autocrítica como izquierda si queremos
efectivamente hacer que nuestro proyecto crezca y alcance un carácter
hegemónico.
Mención aparte merece lo sucedido en torno al debate que
lxs compañerxs instalaron acerca de la fecha de elecciones. No
entendemos que las elecciones sean necesariamente contradictorias con
los paros decididos por la gremial docente cuando ambos implican
momentos de politización para todxs lxs estudiantes. Por otro lado, pese
a haber llevado este debate a los cursos, cuando se realizó la Comisión
Directiva del CECSo la semana previa a las elecciones no dieron el
quorum, junto con el kirchnerismo, para que dicha comisión sesionara. La
cereza del postre fue que, también con el kirchnerismo, presentaron su
lista el sábado a la noche, en una posición altamente irresponsable para
con la propia institucionalidad que como estudiantes nos dimos para
nuestro CECSo.
Por último, y ya más alejado del plano estrictamente
universitario, nos separan con lxs compañerxs de estas 3 listas la forma
dogmática que tienen de analizar la coyuntura nacional, sin distinguir
los matices entre los proyectos capitalistas que están en pugna en
nuestro país. Con su análisis, los partidos de la izqueirda tradicional
establecen en muchos casos una igualdad entre el modelo kirchnerista y
el de su opositores Duhalde, Macri, etc. Así es que se posicionan en
contra de medidas tales como la estatización de YPF (diciendo que es una
“reprivatización” en el caso del PO), apoyan los cacerolazos (en el
caso de IS) o marchan unificadamente con la burocracia sindical
(Moyano), sin identificar que esa movilización formaba parte de una
fuerza social conservadora en la que no había nada por disputar.
Nuevamente, la práctica que criticamos anteriormente, se repite: si una
organización lleva a cabo un análisis más complejo e introduce cierto
matiz en su óptica, ya pasa a ser un “kirchnerista crítico” o hasta un
cómplice del Gobierno.
A pesar de estas diferencias, seguiremos apostando a
encontrarnos unificadamente en el desafío de construir un movimiento
estudiantil activo, masivo y crítico. Esperamos que su campaña electoral
no se centre en la descalificación a la actual conducción del centro,
sino en los adversarios que tenemos en común. Este adversario son las
listas que representan los intereses de las autoridades de la facultad y
se encolumnan a nivel general en el kirchnerismo, que en estos años ha
crecido enormemente en la UBA y en la facultad, cosa que lxs compañerxs
no logran dimensionar (¡casi sin política avanzaron enormemente en el
cogobierno y han salido como la segunda fuerza en elecciones de
centro!). Con estas listas debatimos en el siguiente apartado.
Un CECSo comprometido ¿con quién?
El debate con las listas del decano Caletti: “UES + Cámpora” y La Vallese
Hoy la gestión de la facultad y de numerosas carreras
están conformadas por agrupaciones del arco del kirchnerismo, que, a
nivel estudiantil, se agrupan en la Lista 21 (Sociales por el Proyecto
Nacional + El Mate + la UES). No podemos pensar que los proyectos
políticos se dividan por claustro, por lo que entendemos que estas
agrupaciones proponen un modelo de facultad y de centro coherentes entre
sí. Ya señalamos los rasgos predominantes que, entendemos, asume la
política del kirchnerismo para la educación universitaria y en
particular en Sociales. Podemos afirmar que las agrupaciones
estudiantiles pregonan también el mismo proyecto. No obstante, tiene una
particularidad que es cómo entienden la acción política a desarrollar
desde el órgano gremial.
Mientras que la gestión sostiene a nivel general un
discurso que celebra la politización de la juventud, puertas adentro de
la facultad reniega de la politización que expresa el movimiento
estudiantil de Sociales (recordemos la campaña en contra de la toma de
2010, la política comunicacional ante la actuación del Espacio Abierto
de TS en el marco de la reforma, etc.). No sólo tienen esta política
porque en el movimiento estudiantil se encuentran actores que
representan adversarios políticos, sino por cómo entienden el quehacer
político. Para muestra basta un botón: en los conflictos de este año,
cesantías y reforma de Trabajo Social, se puede ver que claramente
piensan la participación de lxs estudiantes en las decisiones relativas a
la facultad mediada por “sus representantes”, y no de modo directo.
Tomar las decisiones en nuestras manos no resulta accesorio para
nosotrxs, problematizar, involucrarnos, poner el cuerpo, decidir y
ejecutar de modo colectivo medidas de acción directa para nosotrxs tiene
un contenido político que refiere a la construcción, lenta y
progresiva, de nuevas subjetividades, de nuevas relaciones. Son estas
relaciones que vamos creando en nuestras comisiones y asambleas las que
se confrontan con el orden institucional sancionado, que contiene,
restringe, y hoy por hoy no transforma. Un centro de estudiantes
subordinado a la política de la gestión de la facultad y con este tipo
de concepción, es una condena al inmovilismo y al conformismo.
Por lo demás, este espectro ha tomado muchísimos
espacios, tanto a nivel nacional como en la UBA y en nuestra Facultad
concretamente. Tal es así que el año pasado la posibilidad de ganar la
Coordinación del Centro de Estudiantes motivó a todas las agrupaciones
afines al kirchnerismo –aunque con divergencias importantes entre sí- a
armar un gran frente electoral, que unió a la UES y La Cámpora de manera
oportunista para lanzarse sobre el CECSo. Si bien no estamos de
acuerdo, existen compañerxs con expectativas en que el Gobierno Nacional
lleve a cabo algunas medidas progresivas en el país y en la
Universidad. Pero lo que es inentendible (o, mejor dicho,
¡indefendible!) es que agrupaciones supuestamente progresistas se alíen
con la UES, una organización que pertenece a lo peor de la
política universitaria y la derecha duhaldista. La contradicción de
esta alianza se hizo insostenible para La Vallese, que ahora se fue del
“Frankestein electoral” y presenta una lista aparte. El Mate, que el año
pasado había rechazado ingresar a este frente por encontrarse la UES,
parece que este año perdió los escrúpulos. Es claramente oportunista el
armado, ya que en ningún momento del año se han dado un trabajo como
frente, ni siquiera en las elecciones, ya que no pasan por cursos juntxs
presentando la propuesta, tienen materiales por separado, hasta
concepciones diferentes.
Todas estas agrupaciones no sólo que no participan del
centro (o sea, en sus comisiones y asambleas) y lo boicotean, sino que
también estuvieron de la vereda de enfrente en las principales luchas
que dimos lxs estudiantes de Sociales. En Trabajo Social apoyaron la
reforma antidemocrática del plan de estudios de manera obsecuente y
acrítica y, en el conflicto por las cesantías, se abstuvieron de votar
el rechazo a la medida, quedando a la derecha de la gestión de la
facultad.
Lamentablemente, no hay mucho más que debatir con estxs
compañerxs porque la mayor parte de las agrupaciones kirchneristas no
tienen un desarrollo importante en la Facultad y aparecen la semana de
elecciones pidiendo el voto. En el caso de la UES, las únicas propuestas
van en el sentido de conformar un centro “de servicios”, que no luche y
que ignore las reivindicaciones estudiantiles. A su vez, en su
“denuncias” al CECSo ignoran que la gestión del Centro se encuentra en
permanente democratización, que existen balances públicos y la Comisión
Revisora de Cuentas y Financiamiento, que es abierta a la participación
de todxs lxs estudiantes.
Dale más Empuje al CECSo*, y no lo dejes apagar!
En este documento intentamos expresar
nuestras ideas y plantear algunos debates que nos parecen importantes
para seguir avanzando juntxs más allá de las elecciones. Nos parece
importante remarcar que sólo con tu voto no alcanza. Es necesario romper
el rol pasivo que implica la delegación electoral y acompañar tu voto
del compromiso y la organización. Por eso te invitamos a que te sumes a
las comisiones del Centro de Estudiantes, que participes de las
Asambleas, que organices clases públicas, que le plantees a tu
profesor/a las críticas sobre los contenidos de las materias y las
formas pedegógicas que imperan en la Facultad o que inventes vos una
nueva forma de aportar a la organización del movimiento estudiantil.
Porque como decimos siempre: participar es mucho más que votar!
Igualmente, para sostener este modelo de centro abierto y
participativo, es importante que acompañes a El Empuje con tu voto,
para enfrentar a quienes quieren terminar con este proyecto de un CECSo*
desde abajo y a la izquierda, para potenciar nuestra herramienta
gremial, por un centro que se organice para luchar y que luche para
ganar. Por eso y mucho más: del 9 al 12 de Octubre votá a El Empuje.