Del 2 al 6 de septiembre se realizaron las elecciones para elegir Coordinación General de nuestro centro de estudiantes, el CECSo, así como representantes estudiantiles y director/a para las juntas de cada carrera, y consejeros para el Consejo Directivo de la Facultad. Desde El Viejo Topo, como parte de El Empuje, veníamos siendo parte de la Coordinación general del CECSo y queremos aportar elementos para un balance de lo que nos dejan estas elecciones, para reflexionar y continuar la construcción de un movimiento estudiantil crítico y activo para transformar la Facultad, la Universidad y la Sociedad.
Yo no me caí del cielo… repasando la historia del CECSo
En estas elecciones mucho se ha dicho sobre el modelo de Centro a construir, pero poco se ha debatido al respecto. Consignas como “Hace falta otro Centro”, “5 años sin CECSo”, fueron agitadas por los frentes que disputaron la elección contra quienes veníamos asumiendo la Coordinación General. Lejos del consignismo vacío que impregnó estas elecciones, entendemos que éste es un debate fundamental para abordar en ellas y el resto del año.
Repasemos un poco el recorrido histórico del CECSo para entender dónde estamos parados. En la década de los ’90 la conducción de la Franja Morada (UCR) no representaba al amplio movimiento estudiantil que se organizaba para rechazar la implementación de la LES y las propuestas de privatización de la UBA. La conducción de entonces, no sólo acompañaba estas políticas gubernamentales sino que propugnaba un modelo de centro cuyo rol se reducía a la provisión de “buenos” servicios (bar, apuntes, fotocopias, etc.).
La recuperación del centro de estudiantes fue realizada por el conjunto del movimiento estudiantil, creando espacios abiertos de reflexión, discusión y decisión, construyendo asambleas y legitimándolas como el verdadero espacio de resolución del gremio. Este proceso tuvo su expresión electoral en la conducción del CECSo. En este momento el recambio de la conducción implicaba, así, un salto cualitativo del movimiento estudiantil, en un contexto totalmente regresivo para los sectores populares, con el ajuste neoliberal, pero al mismo tiempo con el paulatino levantamiento de las luchas y experiencias organizativas que desde mediados de los ’90 fueron ganando la escena, hasta el estallido popular del 2001.
Otra etapa esta signada por el período del frente Oktubre, que condujo el CECSo desde el 2003 hasta el año 2008. Dicho frente se encontraba integrado por un amplio arco de agrupaciones políticas del espectro de izquierda (Partido Obrero, PTS, Izquierda Socialista, MST, 29 de Mayo) y como El Viejo Topo también integramos dicha experiencia. Entendíamos que su conformación implicaba, en primer lugar, un avance en unidad necesario para darle fuerza a una construcción efectivamente transformadora de nuestro gremio. A su vez, para nosotros/as, llevaba consigo la posibilidad de avanzar en un proyecto que, a sabiendas de las diferencias existentes entre las diferentes agrupaciones participantes de la conducción, pudiera construir de manera conjunta algunos objetivos comunes, y avanzar en las distintas luchas que venían desarrollándose: fundamentalmente, el edificio único, la mejora en las condiciones de cursada y la disputa por nuestra formación.
En este sentido, Oktubre significó un aporte para el centro de estudiantes como superación de la orientación política de las conducciones precedentes. Sin embargo, mostró una fuerte limitación a la hora de constituirse como una herramienta de amplios sectores de los estudiantes y no sólo de las agrupaciones que constituían su conducción. La homologación del centro de estudiantes con su conducción seguía siendo una característica central, expresándose en la toma de posición política del gremio en tanto “frente de agrupaciones”, ignorando completamente los debates que el movimiento estudiantil podía incorporar y debatir efectivamente. Además, esta apropiación impedía que el conjunto del estudiantado pudiera tomar los espacios de la herramienta gremial como propios y que la misma constituyera una herramienta de organización real y común. A partir de este balance abandonamos dicho frente en el año 2006. En este contexto, la organización estudiantil comenzó a crecer, desarrollándose en espacios abiertos “a pesar” de la conducción, que lejos de fomentar la autoorganización de los/as estudiantes para debatir y accionar de acuerdo a sus necesidades sentidas, boicoteaba estas experiencias cuando éstas se alejaban de su línea política. Asimismo, los diferentes espacios de gestión (fotocopiadoras, apuntes y comedor) funcionaban como “locales” de las diferentes agrupaciones, pues el modo de gestionar era distinto de acuerdo a qué fuerza se hiciese cargo de dicho espacio, fortaleciendo la lógica de un CECSo apropiado por la Conducción.
Con un movimiento que a las claras iba por delante de la conducción, abriendo y fortaleciendo espacios abiertos de trabajo, poniéndose en pie de lucha para conseguir efectivamente victorias en pos de nuestros objetivos, en el 2008 el frente Oktubre es desplazado de la conducción por El Tren de la Izquierda Independiente (La Juntada y Prisma). Este frente logró atender a los avances reales del movimiento. No obstante ello, desde El Viejo Topo advertíamos que se seguía desarrollando una política de apropiación del gremio por parte de la conducción, la cual autoasignaba como propias distintas instancias organizativas y productos de las mismas.
La construcción de un frente con La Juntada en el 2010, luego de la toma de 45 días, se dio en el marco de un indudable avance del kirchnerismo y de un fortalecimiento de los sectores contrarios a la movilización estudiantil. En este sentido, era fundamental construir un CECSo que apostara a desarrollar un modelo gremial que apuntalase la movilización estudiantil y superara las limitaciones del funcionamiento del CECSo en la última década. La apuesta por un CECSo más democrático, multiplicando las instancias participación que pudieran contener las aspiraciones e inquietudes de la mayor cantidad de estudiantes, era y sigue siendo la tarea elemental. La proliferación de distintas comisiones de base y la puesta en marcha de un modelo de centro integral, que atendiera a la disputa por el conocimiento y la formación, que contemplara la lucha cultural por nuevos sentidos y prácticas también al interior de la facultad, y que se problematizara el encuentro y construcción con los sectores populares por fuera de la facultad, que superase el apoyo en momentos de conflicto y avanzara hacia un aporte del movimiento estudiantil con nuestros saberes en construcción, fueron los ejes fundamentales que buscamos fortalecer desde la experiencia de la coordinación general del CECSo.
Nuestra apuesta en la Coordinación General: un balance necesario
De esta manera, desde el 2010 hasta el 2013 hemos sido parte de la Coordinación General del CECSo, teniendo como norte la necesidad de democratizar la herramienta gremial y apuntalar la construcción de un centro cuya actividad fuera integral, a diferencia de la experiencia de Oktubre.
Entendemos que los avances del CECSo en estos años han sido muchos y nada despreciables. Podemos afirmar que los/as estudiantes, mediante el nuestro gremio, hemos sido protagonistas de las disputas vinculadas a los procesos de reforma de los planes de estudios. Hemos avanzado en el espacio físico de nuestra facultad, buscando que no sólo fuera un lugar de tránsito sino apropiándonos creativamente del mismo para que también fuera un espacio de socialización, sosteniendo el estacionamiento recuperado de la sede de Marcelo T., llenándolo de actividades, realizando talleres y festivales en ambas sedes, etc. También hemos aportado en diversas luchas llevadas adelante por los sectores populares y del pueblo trabajador, apoyando conflictos de los estudiantes secundarios, docentes, por la vivienda, la salud, violencia de género, sindicales, entre muchos otros. Además, hemos apostado a superar la lógica del apoyo “episódico” hacia otros sectores a partir de la experiencia de la Comisión de Articulación Territorial, que interviene en el barrio de Constitución con distintas organizaciones del campo popular. En estos años nos movilizamos y tomamos la Facultad por distintos reclamos gremiales, como las cesantías, las becas y el edificio único. Por otro lado, para encarar la necesaria democratización del centro de estudiantes fortalecimos otra lógica para los espacios de gestión del CECSo: una administración centralizada de los espacios de gestión (que supere la lógica de “loteo de locales” que caracterizaba a Oktubre), institucionalizando el mecanismo del sorteo de los puestos de trabajo de los mismos, la realización de balances financieros públicos, sistematizándolos en una Comisión Abierta Revisora de Cuentas, en las que han participado diversas fuerzas de la facultad. Como gestión del CECSo entendimos que una tarea fundamental a encarar tenía que ver con, además de luchar por medidas para la permanencia en la facultad (como el comedor universitario y las becas), ejercitar formas de resolución llevadas a cabo por nosotros/as mismos/as. En este sentido, garantizamos becas de apuntes, el precio más bajo de toda la UBA en fotocopiadora y apuntes, así como un menú diario en el comedor de la sede de Marcelo T. a precios realmente populares.
Todos estos avances dan pie a la convicción de que estos años de nuestra participación en la Coordinación General del CECSo han tenido sus frutos, lo cual no desconoce las limitaciones y diversos puntos para seguir avanzando. Tenemos que profundizar una política de mayor fomento de las comisiones de trabajo para ampliar su participación que, pese a haber avanzado, sigue siendo poca en relación al conjunto del estudiantado. El proceso estatuyente que impulsamos en el 2011 y no fue acompañado por ninguna agrupación de la facultad sigue siendo una necesidad. Es fundamental avanzar en un mayor debate político en el seno del CECSo: esto no significa internarse en una lógica “declaracionista”, ni que el CECSo asuma las posiciones de su conducción de turno, sino que podamos desarrollar discusiones efectivamente masivas y construir posicionamientos realmente colectivos. Hemos realizado como Coordinación General ensayos en este sentido, realizando una revista del CECSo, haciendo jornadas de debate, convocando sistemáticamente a Asambleas y distintas instancias de discusión y decisión. Creemos que debemos hacer de estos ensayos una experiencia más sostenida. Como parte de El Empuje, desde El Viejo Topo este ha sido nuestro objetivo principal y fue lo que nos llevó incluso a mantener una política diferencial respecto de la desarrollada por nuestros compañeros y compañeras de El Empuje en ciertas ocasiones, como fue por ejemplo, en el conflicto por la reforma del profesorado de Sociología.
No pasamos por alto que muchas de las instancias colectivas que garantizamos como Coordinación General y que significaban para nosotros/as un esquema de funcionamiento democrático del CECSo, como lo son las asambleas y comisiones de trabajo, no han convocado en el último tiempo más que al activismo independiente y a las agrupaciones políticas de la facultad. Por un lado, entendemos que ello es expresión de un bajo nivel de movilización que no se soluciona con que tal o cual frente/agrupación “tome el poder” del CECSo y agite consignas luchistas. Requiere de una constante búsqueda de modos de interpelación y la ruptura de la normalidad que venimos procurando realizar, y que sin dudas sigue siendo algo a profundizar. Por otro lado, entendemos que parte de ello también es el resultado de la actitud de las distintas fuerzas políticas que participan del Centro de Estudiantes. En los últimos años, los/as compañeros/as que conforman La Izquierda al Frente, en su disputa con las agrupaciones de la conducción del CECSo, hicieron de la lógica de la denuncia su principal estandarte. Estos compañeros/as desarrollaron una política de denuncia y enfrentamiento con la conducción y vaciamiento y desgaste del CECSo, abandonando la participación en comisiones, que son el sostén cotidiano de nuestra herramienta gremial. No han vacilado en tener una política rupturista en donde fueron asumiendo protagonismo en la disputa política de la Facultad, como lo fue el Espacio Abierto de Trabajo Social, donde al no poder hegemonizar con su línea política, se dedicaron a trabar e inmovilizar el espacio, despojándolo de contenido y de formas de acción concretas. Por otro lado, en los espacios asamblearios y los procesos de organización general (como los vinculados a las cesantías o el conflicto por las becas), el objetivo político de estas fuerzas no era apostar al movimiento estudiantil, sino diferenciarse de la Coordinación General- El Empuje, en una estéril competencia por tener un discurso “más a la izquierda”, ignorando que una política de izquierda es aquella que incentiva un proceso de organización por abajo que luche para ganar, con el objetivo de fortalecer los procesos de acumulación política del movimiento estudiantil (y no el fortalecimiento de una u otra agrupación).
¡Que no te digan porque y cómo se lucha! Sigamos construyendo movimiento…
Creemos que nuestras acciones son concordantes con los objetivos que expresamos a lo largo de esta reflexión y sin duda siguen vigentes más que nunca. Hacia ello se dirigirán nuestros esfuerzos en el porvenir. Llamamos a todos/as los/as estudiantes que han participado de los distintos espacios, comisiones, asambleas y luchas que hemos dado con el CECSo a defender un modelo de centro participativo y democrático junto con todas las conquistas de los últimos años. El movimiento estudiantil ha aprehendido a partir de la experiencia concreta en la lucha y la organización, que se requiere de iniciativa, participación y democracia de la herramienta gremial para seguir avanzando hacia mejores condiciones que hagan efectivas nuestras reivindicaciones.
Asistimos actualmente a un recambio de la conducción del centro a favor de La Izquierda Al Frente (PO-PTS y otros) y a ciertas variaciones de las relaciones de fuerzas estudiantiles, que plantean otros escenarios y por lo tanto nuevos desafíos. Las fuerzas estudiantiles afines a la gestión y a la política educativa del gobierno nacional, Vamos Sociales- UES, hoy han perdido una batalla contra toda la izquierda en esa disputa política. Pero esa batalla no es definitiva: los funcionarios y representantes de estas organizaciones ocupan lugares fundamentales en el cogobierno de toda la UBA y en nuestra Facultad, en el Consejo Directivo y las distintas carreras con mayorías docentes, graduados y sus respectivos directores/as. Sin contar al futuro decano Glenn Postolski, fiel discípulo del gobierno, que se coronará antes de fin de año con aires de renovación tras la salida de Caletti.
Sostener la independencia política del CECSo depende de la capacidad de organización independiente y desde las bases que podamos lograr como movimiento estudiantil. Hoy podemos decir todas las fuerzas políticas y los/as estudiantes que luchamos por la democratización de la universidad y por una educación pública, gratuita y de calidad, nos encontramos en mejores condiciones para debatir el futuro de nuestra herramienta gremial y las tareas a darnos en el futuro, y no ante un centro de estudiantes “nacional y popular”. No debemos olvidarnos que lo que garantiza el carácter transformador de un gremio no es su conducción, sino el movimiento que le da vida. Por ende, advertimos la necesidad de defender los avances democratizantes de los últimos años en relación al gremio y convocamos a la sana construcción conjunta entre todas las fuerzas políticas y el activismo para ir por más.
Sostenemos que estos debates son realmente fructíferos cuando se dan en un clima fraternal de discusión entre organizaciones de izquierda, invitando a la participación al conjunto de los/as estudiantes y la comunidad académica, en pos de crear una nueva cultura militante que construya a partir de hoy las relaciones que queremos transformar.
Porque seguiremos apostando a un movimiento democrático y desde las bases
Porque seguimos disputando conocimiento crítico para construir otra universidad
Porque queremos que la universidad se pinte de pueblo
Porque luchamos por otra Universidad para otra sociedad
¡Expropiemos el futuro con el Poder Popular!