Los sucesos acontecidos el sábado pasado en la sede de
Constitución, en la jornada de carteleras
que realizamos las diversas agrupaciones que intervenimos en la vida
política de la Facultad previo al inicio
de cuatrimestre, merecen un análisis político
serio y profundo, así como una crítica –y autocrítica– que compete a
la totalidad de la izquierda, en tanto
hace a las formas que nos damos para
construir movimiento en la Universidad (y por "fuera" de ella).
Como ya hemos
manifestado en otras oportunidades,
desde El Viejo Topo CAUCE no avalamos ni justificamos ningún tipo de prácticas violentas entre
compañerxs de izquierda. En esta
situación particular, el suceso nos toca (aún más) de cerca por verse involucrado directamente un colectivo con el
cual compartimos el frente que actualmente
es Coordinación del Centro de Estudiantes. En este marco, no creemos que esté de más dejar en claro que a
pesar de que uno de los implicados forma
parte de nuestro frente, repudiamos los hechos de violencia que han protagonizado lxs
militantes de La Brújula–FER. A su vez
denunciamos la política del PTS que sólo consistió, desde el sábado
hasta el día de hoy, en increpar y
hostigar personalmente a cada unx de lxs militantes de El Empuje (La Juntada + El Viejo Topo
CAUCE + La Brújula–FER) con diversos
grados de violencia.
Desde El
Viejo Topo-CAUCE, creemos prudente
enmarcar estos acontecimientos en debates
políticos profundos que entendemos necesarios, pero que no están
siendo planteados en el arco de las
fuerzas de izquierda. Asumimos la necesidad de
romper con las peores lógicas de construcción política –hoy tan
presentes en las formas en que nos
relacionamos como organizaciones–, en el trascurso de un año en el que no se ha hecho más que
profundizar el clima de hostilidad y
agresividad entre compañerxs de distintas tendencias de izquierda, y en
el que la intolerancia y la incapacidad
de diálogo han sido moneda corriente. Los
sucesos del sábado no son de ninguna manera un hecho aislado, sino que
expresan de forma crítica un estado de
situación en el que nos encontramos como fuerzas del campo popular, en el que el debate
político está siendo suplantado por
demarcaciones constantes y crecientes grados de violencia, que han
cruzado por mucho el límite de lo
admisible. Es necesario entender que ya nos basta con la Franja Morada y el PJ, como para que nos
estemos violentando entre compañerxs de
izquierda.
Ante esto,
seguimos sosteniendo que la construcción
de un movimiento estudiantil crítico y
combativo deberá forjarse necesariamente en la unidad concreta y sincera
de quienes formamos parte de las fuerzas
permanentemente organizadas. Si no somos
capaces de una reflexión y una (auto)crítica consciente de nuestras
prácticas y decisiones no podremos
avanzar en la urgente tarea de construir una alternativa superadora al estado actual de las cosas.
Nuestros
objetivos son muy grandes como para
hacer lugar a la mezquindad, la competencia y la agresión entre compañerxs. Llamamos a todas las
organizaciones que dedicamos cada día a
construir la fuerza de lxs de abajo a asumir el urgente desafío de crear
una nueva cultura militante: aquella que
logre prefigurar las relaciones sociales
por las que luchamos. Sólo así seremos capaces de poner en pie un
movimiento estudiantil crítico y
movilizado que esté a la altura de los desafíos de nuestro tiempo.
No explican ni que pasó, ni como pasó, ni porque pasó. Según dicen estaban todas las corrientes presentes. Mientras el PTS dice que le pegaron a dos entre cuatro incluso en el piso, La Brújula dice que fue dos contra dos. Clarificar esto permite delimitar los principios de cada corriente, o una es mentirosa y manipuladora o la otra es cobarde y patotera.
ResponderEliminarSi ustedes estuvieron presentes podrían hacer honor a la verdad y aclarar como fueron los hechos para que cada estudiante saquemos nuestras propias conclusiones, incluso para pensar a que clase de corrientes enfrenta El Viejo Topo, o con que clase de corrientes hace un frente.